Durante décadas, la presencia de robots en los lugares de trabajo ha sido una fuente de preocupación para la ciudadanía por el temor a que sustituyan el trabajo humano y aumenten el desempleo. Ahora, con la creación de robots más sofisticados y humanoides, el panorama está cambiando y ya hay quienes los consideran prometedores compañeros de trabajo en vez de indeseables competidores.