Más allá de los vaivenes en los avances en computación cuántica, la rama más mediática de la ciencia que estudia el comportamiento y las propiedades de la materia y la energía a escalas microscópicas, las tecnologías basadas en esta física son una realidad y, según advierte la Comisión Europea, serán fundamentales para la seguridad económica y la soberanía tecnológica de la UE en las próximas décadas. “La revolución cuántica no es una opción, es un imperativo estratégico”, concluye un reciente informe del Real Instituto Elcano y Tecnalia. El Gobierno español ha asumido estas premisas y presenta este jueves el plan Estrategia de Tecnologías Cuánticas de España 2025-2030, una hoja de ruta que prevé una inversión de 808 millones públicos, más del doble de lo destinado desde 2020, y atraer otros 700 para que, esta vez, España no pierda el tren de la innovación más disruptiva.
