Michael I. Jordan (Maryland, EE UU, 1956) es matemático y doctor en ciencias cognitivas. Su trabajo está en el origen de aplicaciones de IA como ChatGPT o los sistemas de recomendación. Hoy es catedrático emérito de la Universidad de California en Berkeley e investigador en el INRIA de París, pero nunca le interesó sumarse al frenesí empresarial de Silicon Valley: “Todo el mundo debe encontrar lo que le gusta, sin pasarse de la raya, y yo soy alguien que quiere entender las cosas, no solo construirlas”, dice. Sus conocimientos y ese punto de vista externo le permite observar el bombo de la IA generativa con bastante escepticismo. Acaba de obtener el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA por su trayectoria. Sobre su nombre no acepta muchas bromas: Jordan ya era catedrático del MIT antes de los éxitos de la estrella del baloncesto y ahora sigue en activo. “Al principio era divertido pero luego me cansé”, dice.
